Estimado Pastor/Hermano/Hermana,

Recientemente leí acerca de su encarcelamiento y quiero darle las gracias por su fe inquebrantable en Jesucristo.

Quiero que sepa que estoy orando por usted.

El Salmo 46:1 dice: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones».

Rezo para que Dios fortalezca tu fe. Que te ayude a hacer brillar Su luz y a compartir Su amor con tus compañeros de prisión.

También tengo presente en mis oraciones a tu familia y pido a Dios que puedan visitarte.

Que el Dios de la esperanza os llene de alegría y paz mientras seguís confiando en Él.

Anna-Maria (sólo nombre de pila)

Dicha carta podría enviarse a funcionarios del gobierno o a la Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) en Washington D.C.

Estimado Sr./Sra,

Agradezco que las leyes y la constitución de (su país) permitan la libertad religiosa.

Por desgracia, esto no es así en muchos países del mundo.

Me gustaría llamar su atención sobre el caso de (nombre del preso). Fue detenido en (país) el (fecha) y (término, por ejemplo: «fue condenado a 10 años de prisión», «fue condenado a muerte» o «está detenido indefinidamente en prisión») simplemente por practicar su fe cristiana.

Actualmente se encuentra detenido en (centro de detención). Me preocupa profundamente su bienestar.

Aunque (país del preso) afirma adherirse al artículo 18 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, que establece claramente que toda persona tiene derecho a la autodeterminación religiosa como libertad fundamental, los dirigentes y funcionarios del gobierno de (país) consideran descaradamente que la libertad religiosa es una amenaza para la estabilidad política y la armonía social de su país.

En consecuencia, se detiene a líderes cristianos inocentes, a veces indefinidamente, sin ninguna esperanza de un juicio justo y rápido, y, otras veces, se les imponen duras condenas por su «delito» de convertirse al cristianismo o por el mero hecho de celebrar una reunión de oración en su casa.

Le pido respetuosamente que utilice sus buenos oficios para sensibilizar a la opinión pública sobre el cautiverio de (nombre del preso) y abogue por su liberación inmediata.

También le pido que ayude a garantizar que (nombre del preso) pueda ver a su familia.

Atentamente,

Anna-Maria Kostova (nombre completo)

Cuando la fe está prohibida, ¡las Biblias son el mejor regalo que un cristiano perseguido puede recibir! 10 dólares proporcionan una Biblia nueva a un creyente o buscador perseguido en un país de mayoría musulmana. 50 dólares garantizan que un cristiano encarcelado pueda escuchar la Palabra de Dios en un lector de audio que funciona con energía solar y que puede compartir con sus compañeros de prisión.

Los creyentes encarcelados sufren a menudo graves privaciones físicas que les ocasionan serios problemas de salud. Un donativo de 50 dólares proporciona a un preso un mes de medicación vital, ropa de abrigo y alimentos nutritivos.

Los pastores que sirven en países hostiles al Evangelio necesitan nuestro apoyo para que puedan seguir ministrando el amor de Dios en sus comunidades heridas. 75 dólares permiten a un pastor pagar su alquiler, comprar comida y cubrir sus gastos de transporte mientras sirve a Dios en países hostiles al Evangelio.