Historia

Nuestra historia comenzó en 1948, tras la ocupación comunista de Bulgaria, una tierra llamada «Pequeña Rusia».

A las 4 de la madrugada del 24 de julio de 1948, el Dr. Haralan Popov, un destacado pastor, fue detenido por la policía secreta búlgara bajo la falsa acusación de «ser espía» de Estados Unidos y Gran Bretaña. En un «juicio espectáculo» de 15 pastores detenidos, publicitado mundialmente, tras la técnica de lavado de cerebro de Stalin y una intensa tortura, Haralan confesó ser un «espía».

El pastor Popov pasó más de 13 años en 16 prisiones comunistas y campos de concentración por su fe intransigente en Jesucristo. A pesar de los tremendos sufrimientos y torturas, continuó su trabajo para Dios dentro de la prisión para llegar a sus compañeros de prisión.

Su único delito fue ser el pastor de la iglesia protestante más grande de Bulgaria.

La esposa de Haralan, Ruth, una misionera sueca, siguió a su marido recién casado a Bulgaria en 1937. La detención de su marido dejó a Ruth sola al cuidado de dos niños pequeños en una tierra extraña. Fue marcada como «la esposa de un espía» y, por tanto, no podía ser empleada ni ayudada. También se le prohibió salir de Bulgaria. Después de tres años difíciles, gracias a la ayuda del gobierno sueco, finalmente recibió permiso para regresar a su patria con sus dos hijos, Rhoda y Paul.

Con el corazón roto por haber dejado atrás a su marido, Ruth se dedicó a ayudar a Haralan y a los demás pastores búlgaros encarcelados. A su llegada a Estocolmo (Suecia), Ruth comenzó a ejercer su ministerio en iglesias de Escandinavia y Gran Bretaña. Habló del encarcelamiento y tortura de su marido y de la difícil situación y necesidades de los cristianos tras el Telón de Acero.

Ruth animó a los cristianos a organizar grupos de oración y peticiones en favor de su marido Haralan y de otros pastores y cristianos encarcelados.

Incluso después de salir de la cárcel, el 24 de septiembre de 1961, el gobierno comunista le dijo a Haralan que nunca podría salir de Bulgaria. Pero Dios obró un milagro, y Haralan se reunió con su familia en 1963. Inmediatamente concentró toda su energía en informar al mundo de la difícil situación de los cristianos perseguidos y en llevar la Palabra de Dios a los países comunistas donde las Biblias habían sido confiscadas y quemadas.

La visión de Haralan era clara: ser «una voz y una mano de ayuda» para la Iglesia perseguida.

El asombroso testimonio de valentía cristiana del pastor Haralan Popov está recogido en su autobiografía, I Was a Communist Prisoner (Yo Fui un Prisionero Comunista) y en el bestseller, Tortured For His Faith (Torturado por Su Fe).

Haralan comenzó a transmitir la Palabra de Dios tras el Telón de Acero a través de Trans World Radio, con el apoyo de la Misión Eslava de Suecia y de iglesias de Inglaterra, Noruega y Dinamarca. Fue la primera persona en transmitir el mensaje del Evangelio en búlgaro, a pesar de los esfuerzos de los comunistas por interferir sus emisiones. Los oyentes detrás del Telón de Acero fueron bendecidos, y los miembros de la iglesia búlgara a la que él había servido fielmente recibieron aliento. Más de la mitad de sus sermones iban dirigidos específicamente a los ateos e incrédulos. Insistía en que «Dios existe».

Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, el corazón de Haralan seguía desgarrado por sus compatriotas y por los presos que seguían sufriendo en celdas que antes él compartía. Quería hacer más.

En 1972, tras mudarse a Estados Unidos, Haralan fundó Evangelism to Communist Lands (ECL), ahora Puerta de Esperanza Internacional.

Puerta de Esperanza Internacional inició la Operación Jericó, un ministerio de impresión de Biblias para distribuirlas secretamente tras el Telón de Acero. Se imprimieron 100.000 Biblias y Nuevos Testamentos y se pasaron de contrabando detrás del Telón de Acero. La producción de la película Operación Jericó, que se distribuyó y proyectó en iglesias de Occidente, animó a la gente a rezar para que la Palabra de Dios penetrara y luego derribara el moderno muro de Jericó.

A través del proyecto del Ministerio de Cartas con el Nuevo Testamento de Puerta de Esperanza Internacional, se han distribuido más de un millón de Nuevos Testamentos en Bulgaria, Rumanía, Checoslovaquia y la Unión Soviética. Este proyecto único se infiltró en los países comunistas a través de un método imparable. Cristianos de todo el mundo se convirtieron en nuestros «Misioneros a Domicilio» que enviaron por correo porciones de Nuevos Testamentos camuflados bajo la cubierta de cartas personales a destinatarios que vivían bajo la ideología comunista. Porción a porción, los individuos recibían un Nuevo Testamento completo a través de estas cartas personalizadas, entregadas sin saberlo por carteros dentro de los países.

Puerta de Esperanza Internacional inició un Programa de Correo de la Biblia a través del cual miles y miles de Biblias y otras piezas de literatura cristiana fueron «contrabandeadas» detrás de las fronteras comunistas en vehículos especialmente preparados. Para las Olimpiadas de Moscú de 1980, Puerta de Esperanza Internacional imprimió y distribuyó secretamente en Rusia 500.000 Nuevos Testamentos rusos que fueron disfrazados con una cubierta que representaba la Antorcha Olímpica.

Otra gran empresa fue la traducción, impresión y distribución de la Biblia de estudio Open Bible de Thomas Nelson en búlgaro, rumano y ruso. Estas Biblias fueron bautizadas posteriormente como la «Escuela Bíblica Portátil» para pastores.

Puerta de Esperanza Internacional también ha producido Biblias infantiles y cancioneros en varios idiomas, así como el Manual Bíblico de Haley en rumano y la Biblia hablada en chino.

Muchos de los empleados de Puerta de Esperanza Internacional fueron en su día refugiados que escapaban de la opresión comunista; Puerta de Esperanza Internacional pasó a formar parte de la vanguardia del movimiento de emigración en la Unión Soviética. Concentrándose en unos 1.000 de los casos más extremos de persecución cristiana, Puerta de Esperanza Internacional generó boletines de Oración y Acción que documentaban necesidades específicas. Una cadena de oración mundial floreció hasta convertirse en fervientes bases de apoyo.

De 1967 a 1975, representantes de Puerta de Esperanza Internacional asistieron a audiencias en el Senado, protestaron en la sede del Consejo Mundial de Iglesias, trabajaron con la Comisión de Derechos Humanos y lograron grandes avances con el grupo de seguimiento de Helsinki. El presidente Ronald Reagan confió en nuestros amplios conocimientos e invitó al hijo de Haralan, Paul, a la Casa Blanca para que ayudara a sus redactores de discursos mientras preparaban su famoso discurso sobre el «Imperio del Mal». Reagan se refirió a menudo a la falta de libertad y a la persecución de los cristianos en la URSS.

Nuestra red de mensajería llevó en secreto a Occidente documentos de invitación para el patrocinio de familias soviéticas. Una de las dos primeras familias se hizo conocida como los Siete de la Embajada cuando asaltaron la embajada estadounidense en Moscú y se convirtieron en noticia mundial. Puerta de Esperanza Internacional publicó un libro, Let My People Go, sobre los Siete de la Embajada, que más tarde se convirtió en una película con Efrem Zimbalist Jr. y se emitió por televisión en todo Estados Unidos.

Durante veintiséis años, Haralan Popov estuvo separado de su país natal, Bulgaria, y del pueblo búlgaro al que tanto amaba. Anhelaba volver a ver su tierra natal. Dios hizo posible que su sueño se hiciera realidad.

A pesar de sus 81 años y de su débil salud, Haralan disfrutó de una maravillosa visita a Bulgaria en 1988. Cuando entró en el servicio dominical de la iglesia que había pastoreado durante muchos años, un hermano joven se levantó para ofrecer su asiento al anciano forastero. Mientras Haralan se sentaba, con lágrimas en los ojos, alabando a Dios, un hombre sentado a su lado le miraba atónito. Rápidamente se corrió la voz por toda la iglesia y la gente empezó a llorar. Haralan Popov, su antiguo pastor y amigo, había regresado.

El 13 de noviembre de 1988, pocas semanas después de regresar de su querida Bulgaria, Haralan Popov murió. Después de más de 50 años de ministerio, se fue a casa con su Padre celestial.